Otra vez.
De nuevo.
Empieza mi éxodo a casa.
Esta vez mas difícil (si cabe) todavía como el espectáculo de circo.
Menos mal que el camino ya es conocido.
Menos mal que el camino ya es conocido.
Que ya se cada recodo.
Conozco todos sus valles.
Todas sus laderas.
Cada una de sus posadas.
La roca del pino sombrío donde descansar.
Y la fuente fresca donde saciar mi sed.
Menos mal que ya soy viejo en tal menester.
Y cuan lejos hoy estoy.
No desfallecer es mi meta.
Y llegar.
Poco a poco despacio.
Al paso de una tortuga que una vez fue liebre.
Y bajo los pies, millones de pequeñas baldosas amarillas.
Relucientes.
Suaves en sus declives y escarpadas en sus subidas.
Voy para casa amigos.
Pero esta vez tardare un poco mas.
Esperarme con una cerveza bien fria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario