21 mayo 2006

A ORILLAS DEL SAR


A través del follaje perenne
que oír deja rumores extraños,
y entre un mar de ondulante verdura,
amorosa mansión de los pájaros,
desde mis ventanas veo
el templo que quise tanto.

El templo que tanto quise...,
pues no sé decir ya si le quiero,
que en el rudo vaivén que sin tregua
se agitan mis pensamientos,
dudo si el rencor adusto
vive unido al amor en mi pecho.

ROSALIA DE CASTRO

3 comentarios:

GLAUKA dijo...

Igual aún sí ... pero de otra forma ... ¿o no?

LABORATORIO COSMICO dijo...

el amor no se pierde....se transforma....mengua....se esconde o se pierde...se olvida....se suaviza...o se disuelve...pero desde luego nunca se pierde.
no estas de acuerdo?

LABORATORIO COSMICO dijo...

el amor no se pierde....se transforma....mengua....se esconde.

no se pierde...se olvida....se suaviza...o se disuelve...pero desde luego nunca se pierde.

no estas de acuerdo?

(rectificacion del anterior.)